Basic Figures. Wave 3, Nº19, 2007.
Dos ewoks por el precio de uno. O un jawa y un droide con los que los primeros comerciaban en Tatooine. Grandes momentos para el coleccionista por parte de Hasbro que salpicaron en varios momentos la trayectoria de la 30th Anniversary Collection. Y no sólo se trata de que incluyesen dos figuras por el precio de una, sino que se trataban de grandes figuras, a la última en cuanto a decoración y articulación.Ese es el caso de este dúo compuesto por un jawa y un excepcional LIN Droid, una joya que merece ser tratada de forma individual con un post para él solo. Y Jawa merece también un comentario para él solo, ya que marca el inicio de la utilización de un nuevo molde para crear individuos de esta especie, usado luego (y creo que por última vez hasta el momento) en la Legacy Collection en 2008 y 2009.
Agraciado con diez puntos de articulación, es increíble que una figura de tan pequeño tamaño haya recibido un tratamiento tan detallado en su aspecto y generoso en su articulación, aunque de cintura para abajo es prácticamente nula. Se supone que ambas piernas se mueven pero en realidad no es así debido al faldón de plástico que inhibe los movimientos. Pero de cintura para arriba tenemos distribuidos los restantes ocho puntos de articulación con unos brazos plenamente manejables. ¿Es el molde definitivo para esta especie alienígena tan querida entre los fans de Star Wars? Posiblemente, aunque una interesante variante en 2009 sustituía la falda de plástico por una de tela. La imagen final es discutible, pero eso servía para mejorar su articulación y capacidad de adoptar poses.
Esta figura de un jawa incluye un chaleco de un color marrón un poco más claro que el resto de su túnica, nunca más usado, aunque se agradece ya que da variedad a nuestra colección si poseemos varios jawas. Sobre ese chaleco se coloca una bandolera doble cruzada llena de pequeños bolsillos esculpidos que finalizan un lado en una cartuchera y el otro en un pequeño bolsillo donde guarda un comunicador para llamar a sus droides. En la cartuchera, por su parte, cabe perfectamente la pistola ionizadora que incapacita a los droides.
El pequeño rostro, en negro y del que sólo se perciben los dos pequeños ojos amarillos, es perfecto. La vestimenta es escasa en variedad de colores pero con los apropiados para moverse en un ambiente tan árido y hostil como es el de Tatooine. La capucha lo cubre parcialmente, dotando del debido misterio a esta pequeña especie de chatarreros del desierto. La única pega que se le puede poner es que quizá esa misma capucha debería ser algo más puntiaguda, pero aún así se trata de una magnífica escultura.
Coleccionar jawas es, al igual que con los ewoks, adictivo y es una lástima que Hasbro los haya tenido tan abandonados en estos últimos años. Unos personajes emblemáticos pese a sus pequeñas apariciones pero de vital importancia para la trama, tal es el poder de una historia como la de A New Hope.
David