MALAKILI (STAR WARS: LEGACY COLLECTION)

Basic Figures, Nº BD22, 2009.

¿En qué otra colección de figuras de acción basadas en una película, comic, dibujo animado, etc. podríamos encontrar tres versiones de un personaje que básicamente se limita a llorar la pérdida de su monstruosa mascota? Fácil: ¡Star Wars!

Estas tres versiones se han repartido, por supuesto, a lo largo de los treinta años de existencia de la línea de figuras basadas en la Saga, con una vintage en los 80, otra terrible en los 90 y esta última, casi inesperada, versión en 2009 que supone la definitiva reproducción en plástico del habitante del palacio de Jabba El Hutt. No sólo Hasbro recuperó a un personaje tan anecdótico, sino que lo dotó del nivel de articulación máximo para las figuras de Star Wars en ese momento, además de una detallada escultura.

Catorce son esos puntos de articulación, repartidos a lo largo de una excepcional escultura, robusta y sólida, que reproduce la  barriguilla de Malakili (no todas las figuras de acción reproducen a personajes en perfecto estado de forma, eso sería muy aburrido), su rechoncha cara y su calva (característica esa que no vimos en la película, pero que se le supone), además de todos los adornos en forma de muñequeras y brazaletes y un pantalón de tela repleto de pliegues y detalles, toda una labor de diseño y puesta en práctica de trabajo en plástico.

Como accesorios Malakili incluye un bastón gaderffi, para controlar al Rancor, y una capucha que cubre su cabeza de forma perfecta, el aspecto con el que aparece en El Retorno Del Jedi, aunque una vez puesta limita totalmente los movimiento laterales de dicha cabeza.
El único pequeño problema de Malakili es su rostro, que posee una extraña expresión, entre la risa o un incipiente llanto, como sería lo propio del personaje, pero no puedo descifrarlo en su totalidad. En todo caso, es aceptable tal cual Hasbro lo entregó a los coleccionistas (es una figura evidentemente orientada a ellos, y también destinada a llenar los estantes con ejemplares no vendidos en aquel lejano 2009) y es una auténtica gozada tener a otro esbirro de Jabba en una versión fantástica y moderna y poder evitar pobres versiones previas.
David