Basic Figures, Nº VC25, 2010.
Otra de las pequeñas joyas que nos legó la Vintage Collection fue, posiblemente, el mejor R2-D2 de El Retorno del Jedi que nos ha proporcionado Hasbro hasta el momento. Bastante genérico para ser encuadrado en cualquier momento de la película, sus accesorios lo pueden situar en unos momentos muy determinados, cuando servía de camarero en la barcaza del desierto de Jabba primero y en el rescate de Luke y compañía después!
El pequeño R2 tiene un aspecto fenomenal en esta versión del droide astromecánico. Pleno de detalles esculpidos en toda su superficie y pintadas con precisión las piezas metalizadas, azules y los sensores rojo, amarillo y negros del domo, así como los cables de las patas en marrón.
Dispone de siete puntos articulados, seis de ellos situados en las patas, siendo retráctil la central. El domo puede girar pero el giro se ve limitado cuando el puerto en el domo destinado a albergar tanto la espada láser como el sensor está abierto y alguna de estas dos herramientas colocadas en ese compartimento.
El domo, por cierto, está pintado en un excelente gris metalizado, y sobre él los sensores y las partes azules están distribuidos de forma elegante y fiel a los diseños de la película. Su estabilidad es perfecta tanto sobre dos como tres patas, y al disponer de ruedecillas en ellas su movilidad es impecable.
Si ya la figura es estupenda los accesorios la convierten en imprescindible. En su domo podemos situar el sensor de movimiento que emerge del droide por ejemplo cuando está enterrado en la arena de Tatooine, así como la empuñadura del sable láser de Luke que puede ser eyectado al introducir la pata central activando el sistema de disparo de la empuñadura.
Con esos accesorios situamos a R2-D2 en las escenas de la emocionante huída de la barcaza de Jabba en el pozo del Sarlacc. Además puede abrir un compartimento en la parte frontal de su cuerpo y extender una herramienta con la que dispara una pequeña descarga de electricidad con la que se libra de Salacious B. Crumb!
Por si todo eso fuera poco, otro set de accesorios acompañan a R2 para establecerlo como el droide esclavo destinado a servir bebidas en la barcaza de Jabba. Se trata de una ornamentada bandeja dorada que se acopla al cuerpo del droide con capacidad para siete vasos también extraíbles. Completando ese set de barman, un grifo metalizado que se acopla a un agujero en la parte superior del domo. ¡Fantástico!
Es increíble la cantidad de variantes que se pueden extraer de las apariciones de este pequeño, y en principio de aspecto constante, personaje durante la Trilogía Original, y las de El Retorno del Jedi son algunas de las más carismáticas. Esta excelente y definitiva figura de R2-D2 nos proporciona al droide que estábamos buscando para nuestra colección del Episodio VI!
Valoración (sobre 5):
David
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