Basic Figures, Wave 1, Nº30-09 (Ralph McQuarrie Signature Series), 2007.
Una de las imágenes icónicas que nos ha legado la Trilogía Original es la de los soldados de asalto imperiales. Pero como tantos otros personajes de la saga su diseño tuvo las necesarias etapas previas de desarrollo y entre ellas las contribuciones iniciales de Ralph McQuarrie.Y en el mundo de las figuras de acción una de las primeras traslaciones a plástico de un diseño de McQuarrie fue este stormtrooper que apareció en la colección Saga de 2003, una etapa en la que Hasbro aún no había dado el paso a la super-articulación; esta reedición repintada de la figura de 2007 constata esa circunstancia, y aunque pinta bien y la primera impresión es impactante, se trata de una figura anticuada.
Anticuada tanto en su limitada articulación como soluciones en el diseño y aspecto algo más tosco que las figuras que empezamos a ver a partir de 2005 y 2006. En comparación con otras figuras de las McQuarrie Signature Series palidece en esos aspectos.
El stormtrooper limita su movilidad a nueve puntos; sus piernas solo se mueven a la altura de la cadera, sus codos tienen articulación de corte y solo encontramos articulación en la muñeca izquierda. Todo eso provoca que su postura sea permanentemente erguida, quizá con un pie un poco más adelantado o retrasado que el otro, pero poco más ya que tampoco su estabilidad puede ser demasiado comprometida. Sus brazos tampoco son muy versátiles ya que sus antebrazos solo pueden moverse horizontalmente debido a la arcaica articulación de corte.
Con ello solo podemos valorar positivamente el aspecto del stormtrooper. Las piezas de su armadura son ligeramente distintas de lo que estamos acostumbrados, además de que el mono inferior es gris claro y no negro. En la blanca armadura destacan pequeños símbolos geométricos rojos y grises en el hombro izquierdo y parte trasera del casco.
El abultado casco, con tres círculos situados en el dispositivo de respiración de la parte frontal, recuerda más a los de los clone troopers Phase II que a los utilizados en el Ejército Imperial. Las líneas que lo recorren y las lentes oscuras están aceptablemente pintadas.
Tampoco ayuda a la estética de la figura la enorme cartuchera, demasiado voluminosa, que le roba estilización y armonía al diseño. Aunque útil para el bláster del soldado, es demasiado desproporcionada respecto a la figura.
Sus accesorios son muy interesantes y representan un amalgama de lo aparecido en la ilustración de McQuarrie ya que en una sola figura agrupa lo que portan distintos stormtroopers: el bláster que, de nuevo, se parece más a los del Ejército Clon de la República aunque con cierta pinta de pistola de juguete para críos, la espada láser que en estos momentos de desarrollo inicial llevaban también estos soldados (de hoja azul y efecto de ignición en el que el láser es más grueso junto a la empuñadura) y un escudo que en la figura de 2003 era blanco pero en esta ocasión se le ha dado un repintado espectacular con acabado metalizado y algunos restos ennegrecidos por haber recibido disparos láser.
Una figura interesante y necesaria en estas series de diseños conceptuales, pero no tan perfecta ni refinada como el snowtrooper, y en la que casi lo más interesante son sus accesorios tan distintos de los de los stormtroopers que finalmente conocimos y se instalaron en la memoria colectiva.
Valoración (sobre 5):
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