YODA (STAR WARS: THE ORIGINAL TRILOGY COLLECTION)

Vintage Figures, 2004.

Hace unas semanas un comentarista anónimo pedía una reseña de una figura de Yoda, ¡y los deseos de los lectores del blog son órdenes para mí! Así que cumplo con esa deuda pendiente y aquí está por primera vez el Maestro Jedi en Figuras De Acción A Go-Gó. Y muchas más apariciones suyas no habrán ya que sólo poseo otra figura de acción de Yoda en mi colección, en concreto una de su aparición en el Episodio III... Una por trilogía, ¿para qué más? Además, nunca me ha satisfecho la versión del Jedi en las precuelas, dando brincos por ahí y propinando mandobles con su sable láser. Ya sabíamos que George Lucas dominaba los efectos digitales, ¿pero tenía que aplicarlos a todo y a todos?

Y es que también me cuesta creer que en apenas veinte años un tipo de más de ochocientos años de edad degenere de tal forma y acabe sus días cuando apenas había empezado a entrenar a Luke. O en Dagobah la humedad le provocó un reuma mortal o en los Episodios I, II y III se exageró su condición física. Yo hubiese preferido un Maestro Jedi calmado, limitado físicamente, dedicado a la enseñanza, más socarrón y menos dramático... vaya, como en El Imperio Contraataca!

Pero vamos al lío: ésta figura formó parte de la pionera serie de figuras en un envoltorio de diseño vintage integrada en la Original Trilogy Collection hace diez años que albergaba el diseño más avanzado de clásicos personajes de la saga de Star Wars. Articulación, decoración y fidelidad a las películas además de un homenaje a los años de Kenner era su pretensión y en gran medida lo consiguieron, y este Yoda perteneciente al Episodio V puede que no sea la versión definitiva del personaje pero para mi por ahora es el que cumple el papel de representante del Maestro Jedi de la Trilogía Original en la colección.

Pese a ser una figura realmente pequeña dispone de diez puntos de articulación, todo un logro por parte de Hasbro. Todos se sitúan de cadera hacia arriba y en los codos la encontramos "de corte", un sistema ya anticuado, pero poder disponer de movimiento en hombros, codos y muñecas ayuda a que la figura interactúe con sus accesorios estupendamente. Su estabilidad está bien aunque no es perfecta y de vez en cuando cae abrumado por el peso de la Fuerza, supongo...

En Hasbro no se limitaron a esculpir sus ropajes en plástico, ahorrándose elaborar detalles como las piernas, sino que la parte inferior de su vestimenta es de tejido con lo que facilita la movilidad y podemos apreciar esas piernecillas alienígenas. Sus manos, al igual que sus pies, disponen de tres dedos con garras amarillas, y su cabeza está muy bien esculpida con los bultos del cráneo, algunos cabellos pintados en blanco, la expresión benevolente del rostro y las orejas asimétricas, en distintas posiciones, una más caída que la otra.

Sus accesorios son relativamente abundantes y muy apropiados para el Yoda de Dagobah que conocemos. Su túnica también de tejido al igual que el faldón pero de un tono de marrón claro, algo voluminosa pero en una figura tan pequeña es muy difícil realizar esa pieza con la perfección y la talla adecuada y deseada, el collar con el amuleto, un bastón tallado a partir de un palo y, como homenaje a la figura de 1980, una serpiente amarilla.

Una figura de acción estupenda de un Yoda en su primera aparición en nuestras vidas. Una puesta al día de la figura de Kenner convertida en un producto moderno, con los avances tecnológicos del momento de la industria juguetera aplicados y lo más fiel posible a la fuente original. Quizá, sólo quizá, un aspecto mejorable es su tamaño y es que incluso creo que el Yoda del Episodio V es algo más bajo, o más bien menos voluminoso en comparación con Luke Skywalker pero no hay que desdeñar los logros de este producto. Y como tal ocupa un lugar de privilegio en mis estantes dedicados a la Trilogía Original.
David