Basic Figures, Wave 2, Nº10, 2013.
¿Pablo? ¿En serio? No me sorprendería tanto si este personaje fuese de apariencia humana pero tratándose de uno de los más extraños alienígenas de Star Wars me sigue sorprendiendo, pero se trata de la usual práctica en Hasbro, Lucasfilm o ILM de nombrar a personajes de la saga con nombres de empleados., no es que se trate de un Jedi de ascendencia latina. Aunque algún día puede que nos sorprendan con algo así, nunca se sabe. Si un personaje de la nueva serie Rebels utiliza como arma un tirachinas láser, todo es posible.
Pablo-Jill pertenece a la especie Ongree y su momento de gloria en las precuelas lo encontramos en el Episodio II participando en la Batalla de Geonosis, donde lo podemos ver más o menos claramente. En Hasbro no podían dejar pasar la oportunidad de realizar un Jedi con esa extraña pero fascinante apariencia, y bien que hicieron. De hecho ésta es la segunda figura de Pablo-Jill remontándose la primera a 2005 y a la Original Trilogy Collection (Nº '05 #1) por lo visto con una escasa distribución, pero esta nueva versión la supera claramente en decoración y articulación.
El Jedi es un pequeño prodigio de la ingeniería juguetera ya que pese a su extraño cuerpo y al considerable peso de la figura en si su estabilidad es perfecta y es capaz de albergar en su fisonomía los catorce puntos de articulación (ampliables a dieciséis por la doble articulación de los tobillos) a los que nos tiene acostumbrados Hasbro. Sus piernas están abiertas en un gran ángulo y esas dos extremidades se curvan hacia adentro en la rodilla para luego volver a doblarse hacia afuera en las canillas, con un perfecto equilibrio incluso adoptando poses dinámicas y sin verse limitado por el faldón de plástico de sus ropajes Jedi.
La parte superior del cuerpo es también evidentemente alienígena, con un grueso torso y largos brazos acabados en manos de tres grandes dedos pero que están diseñadas de forma impecable para sostener su sable láser. Los brazos se pueden acercar para que pueda sostener el sable con ambas manos, lo que siempre es un punto a favor poco explotado en figuras de esta escala.
Su ancho y marcado cuello conduce hasta su cabeza de piel naranja, un prodigio de la imaginación con pequeños tentáculos en su barbilla (que me recuerda a los de algunos especímenes de Mon Calamari), sendos ojos al final de protuberancias cárnicas y una dentada boca en la frente (comer pasta debe de ser un suplicio para los Ongree). Culmina esta obra de arte una cresta en la cabeza y un fino trabajo en los ojos, con una pupila negra en forma de Y sobre un llamativo fondo dorado. El detalle culminante para resaltar su naturaleza procedente de los confines de la galaxia.
Sus ropajes son los típicos de los Jedi pero adaptados a su cuerpo. Los varios tonos de marrón están presentes destacando el cinturón y las botas, con un diseño específico para Pablo-Jill. Su túnica realizada en tela es algo abultada, como casi siempre, pero debido a la peculiaridad del personaje le queda bien de esa manera. La capucha no termina de sentarle bien ni de tener la forma precisa, también como casi siempre, pero trabajando con ella podemos ajustarla más o menos.
Sus accesorios consisten en la citada túnica y su sable láser de hoja azul, y aunque en su cinturón incluye un agujero para insertar una empuñadura de sable en esta ocasión Hasbro no la incluyó, pero podría haber sido un aliciente más ya que nunca tenemos suficiente plástico por nuestro dinero. En cualquier caso la estrella absoluta es la figura de acción y la podrían haber vendido sin accesorio alguno que la hubiésemos comprado.
Una magnífico diseño sensacionalmente ejecutado que es esencial para los fans de los Jedis, que vivían años de esplendor viendo en pantalla a decenas de ellos en acción en El Ataque De Los Clones. La figura más destacada de su wave y técnicamente una de las mejores de lo que va de Black Series, Pablo-Jill es un producto francamente recomendable.
David
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