Basic Figures, NºVC70, 2011.
¿Veremos en el Episodio VII diseños prodigiosos como los que asombraron al mundo con la Trilogía Original? Lo desconozco, pero gracias en gran medida a las figuras de acción y vehículos de juguete que acompañaron a esas tres películas muchos de esos diseños y seres se grabaron a fuego en la cultura popular desde entonces. Y este es uno de esos seres de escasa aparición en la película de 1977 pero que al formar parte de las memorables escenas de la cantina de Mos Eisley y al disfrutar de su propia figura bautizada como Walrus Man ha estado presente en el imaginario colectivo de los fans de la saga y de los coleccionistas. En los 90 un nuevo Walrus Man apareció en el mercado ya rebautizado con su nombre oficial, Ponda Baba, pero no fue hasta 2011 que tuvimos entre manos al Hombre Morsa definitivo.
Un producto estelar que recupera un clásico subterráneo del universo de Star Wars y al que aplica todos los beneficios (bueno, no todos, pero casi) del ultimísimo diseño juguetero de figuras de acción en esta escala. Y encima envuelto en el blíster de la Vintage Collection. Eso sí que era cuidar con estima e interés a los coleccionistas.
El pobre Ponda Baba tiene el mérito de ser el primer ser desmembrado que vemos en pantalla en la saga de Star Wars, toda una tradición que saludablemente se ha mantenido gracias al hábil uso de las espadas láser, esas armas para tiempos más civilizados. No solo eso, era otro impactante ejemplo de la variedad de especies que pueblan la galaxia y del mal que puede emerger en cualquier momento y en cualquier lugar, como en una olvidada cantina poblada por malcarados y pendencieros dispuestos a pelea por el más absurdo de los motivos.
Ponda Baba y su colega buscapleitos, el Dr. Evazan, recibían de no muy buenas maneras en la cantina a Luke Skywalker buscando pelea y recibían su merecido, sobre todo el pobre Walrus Man, que pierde su brazo derecho a manos de Obi-Wan Kenobi y su sable láser (acabando con su carrera de arquitecto y arruinándole la promoción, según el divertidísimo sketch de Robot Chicken). La gente de Hasbro tuvo la brillante idea de reflejar en la misma figura de acción estos dos momentos de la breve intervención del personaje en la cinta, y no sólo eso, también refleja las diferencias entre la versión original de la película estrenada en su momento y las ediciones especiales que introducían modificaciones respecto a aquellas.
La figura disfruta de un estilizado y estandarizado molde en la colección en cuanto a volumen y altura, con catorce puntos de articulación y muy buena estabilidad. En ese sentido sólo podría haber mejorado con articulación de bola en la cadera pero aún así disfruta de gran movilidad.
En cuanto a decoración la figura es otro triunfo aunque también hay otro detalle que le priva de la nota máxima, y es la antiestética decisión de no pintar la articulación de los tobillos del mismo color de las botas. El resto es impecable, con su vestimenta similar a la de otros contrabandistas de la galaxia, con los pantalones metidos dentro de las altas botas, cinturón con cartuchera y chaqueta muy bien esculpida con su clásico color naranja. Y una cabeza magnífica, con una piel curtida y detallada, ruda y áspera, grandes ojos almendrados negros y ese hocico que termina en las dos protuberancias que le depararon el apodo de Walrus Man.
En cuanto a accesorios Ponda Baba está surtidísimo, como era necesario para reflejar sus escenas en el film y las diferencias entre versiones. Un vaso como buen parroquiano de la cantina y su pistola láser eran imrpescindibles, y además tenemos un brazo derecho alternativo que se puede separar fácilmente a la altura del codo (con articulación de corte) para reflejar el momento en el que Obi-Wan se lo rebana. En la zona del corte podemos apreciar en ambas partes del brazo restos de la sangre alienígena de Ponda Baba. ¡Bravo! Además ese brazo está provisto de la mano original, gris, peluda y con dedos humanoides, que vimos en el Episodio IV y que no terminaba de concordar con la especie a la que pertenece Walrus Man. Y como no puede tener dos manos distintas también incluye una mano izquierda alternativa con la misma morfología que aquella... ¡fantástico!
Las manos que podemos sustituir con aquellas son las insertadas en la edición revisada de la película, aspecto ese siempre discutible pero al que no podemos negar que arregla ciertas cosas que no se podían lograr en su momento o fallos del rodaje. Esta revisión de Ponda Baba, otorgándole unas manos con tres dedos (totalmente competentes para empuñar la pistola o el vaso) y dorso en forma de caparazón muy propias de un tipo con la pinta de Ponda Baba.
Ponda Baba no es solo otro integrante de las escenas de la cantina de Mos Eisley de las que, si sois habituales del blog, sabréis que me fascinan y de las que intento conseguir todo lo relacionado con ellas, sino que además es un magnífico producto muy divertido y versátil capaz de reflejar al personaje en dos momentos distintos, aunque consecutivos, de la película, y en dos versiones de la misma. Un inteligentísimo diseño por parte de Hasbro con un par de detalles mejorables y todo un regalo para los fans y coleccionistas.
Nota:
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