BIGGS DARKLIGHTER (REBEL PILOT) (STAR WARS: 30th ANNIVERSARY COLLECTION)

Basic Figures, Wave 2, Nº30-14, 2007.

De Biggs Darklighter podemos saber poco, pero lo que es innegable es que tiene uno de los nombres que más molan en toda la galaxia. El piloto de elegante bigote es uno de esos personajes de culto de la saga de Star Wars gracias al Universo Expandido que ha ampliado su historia y a la mitología que rodea cualquier segundo rodado pero no incluido en el corte final de alguna de las películas de la Trilogía Original.

Y es que Biggs Darklighter era uno de esos nombres o conceptos que se dejaban caer en La Guerra de las Galaxias y al momento surgía en torno a ellos un misterio y una leyenda que los fans deseaban desvelar en más y más aventuras galácticas, como pueden ser las Guerras Clon. Pero con Biggs, mencionado por Luke cuando desvela a sus tíos sus deseos de abandonar Tatooine, sí que aparece al final de la película y podemos ponerle cara al amigo de la infancia de Luke Skywalker que abandona el árido desierto para enrolarse en la Academia de Pilotos Imperiales la cual abandona para unirse a la Rebelión (mmm, eso me suena... ¿Finn en The Force Awakens, quizá?).

El mito en torno al personaje se sustenta en las famosas escenas eliminadas en las que charla con un Luke ataviado con un particular sombrero y gafas protectoras sobre su deseo de abandonar Tatooine y vivir aventuras galácticas; cualquier segundo de metraje adicional siempre es objeto de deseo por parte del fan y esas escenas duraban bastante para lo común en cuanto a escenas cortadas. De las mismas Hasbro produjo una figura de acción de Biggs con el atuendo que en ellas vestía, caracterizado por una capa, pero de su aparición en el asalto a la Estrella de la Muerte hemos tenido nada menos que tres, siendo la segunda de ellas la que veremos hoy.

Lanzada en 2007 se trataba de una figura de acción ya algo anticuada por la articulación utilizada, limitada a nueve puntos articulados todos ellos de corte salvo las rodillas, de bola. Su estabilidad es buena, pero es poco dinámica debido a esa arcaica articulación y las cuestionables decisiones de dotarle de movimiento en el codo derecho pero condenándole a una eterna postura con el brazo doblado y no al izquierdo o de solo articular la muñeca izquierda, una política de asimetría en el diseño que se remonta a los primeros cinco años del siglo XXI por parte de Hasbro y es que esta figura recupera el molde del cuerpo de Dutch Vander (Gold Leader) de 2004 actualizado con una nueva cabeza.

Dicha cabeza no está mal, un tipo moreno con el pelo aplastado por el casco y su característico bigote bien esculpido y pintado. Por algún motivo el retrato me parece bastante más fiel al actor que la versión mucho más moderna y articulada de Biggs Darklighter de las Black Series de 2013 (#04). Cubriendo la cabeza tenemos otro de esos fantásticos cascos de piloto de X-Wing, el suyo decorado con un muy bonito diseño de dos ajedrezados compuestos por cuadros negros y amarillos en el frontal y un círculo atravesado por varias finas líneas negras. Un visor de plástico amarillo transparente y un micro en el lado izquierdo sobre la cinta de cierre completan la pieza. Junto al casco, los otros accesorios de Biggs son la moneda conmemorativa habitual en esta colección y la pistola láser más habitual en las filas de la Alianza Rebelde.

El cuerpo, realizado a partir de un molde bastante alto para la media de figuras de Star Wars de Hasbro y quizá no completamente fiel al actor, no ofrece nada bueno en cuanto al uniforme de piloto de Ala-X siendo otro sólido y eficaz esfuerzo en este sentido, muy detallado con el arnés, tubos y consola frontal y bien pintado aunque el naranja utilizado puede ser demasiado claro y brillante.

Estos personajes ultra-secundarios siempre son más que bienvenidos como figura de acción, y aún más debido al culto en torno suyo por su relación con Luke, ser nativo de Tatooine y su estupendo nombre... y, por supuesto, por ser un piloto de X-Wing. Pese a que reconozco que se trata de una anticuada figura y que la versión más moderna y articulada es abundante, relativamente barata y solventa algunos de sus problemas, me sigue gustando este Darklighter sobre todo por su retrato y no he visto la necesidad de adquirir la de 2013. Quién sabe, quizá algún día lo reemplace pero por ahora ésta será la versión del bravo piloto que permanezca en mis estantes.

Valoración:

David