Basic Figures, Collection Cloud City, Nº OTC-20, 2004.
Hay personajes de la saga de Star Wars que siempre deberían estar presentes en las colecciones de figuras de acción que lanza Hasbro. Y no hablo de los sempiternos Vader, Skywalker o Solo. Hay personajes indeleblemente ligados a la Trilogía Original y, de hecho, a una época cinematográfica y de nuestras vidas y a los que se le tiene una especial simpatía. Y no sé porqué, pero a mi me pasa con Lobot, entre otros muchos personajes de Star Wars.
Quizá sea por ser un cyborg tan convincente y con una pinta tan "normal" (no se exageró su aspecto y se le dotó de irrealidad para demostrar que era un humanoide con partes cibernéticas) gracias a un diseño sobrio y elegante; o por no decir una palabra en el metraje durante el que aparecía, o por esa sensacional escena en la que despierta y abre sus ojos al ser activado a distancia por Lando... En definitiva, en cualquier colección de figuras relacionadas con Bespin o el Episodio V, Lobot debería estar representado.
Pero no ha sido una figura de acción muy revisitada durante los años. Tras la primera figura de 1980, en los 90 y durante Power Of The Force 2 Hasbro nos entregó un Lobot que, pese a pertenecer a esa colección, no estaba mal. Era proporcionado y no muy voluminoso. Era calvo y fácilmente reconocible, pero ni mucho menos su versión definitiva. Aún así, tuvimos que esperar a 2004 para obtener una actualización del personaje, más proporcionada y equilibrada. Pero era un producto de la tecnología de 2004, y a pesar de alguna reedición de esa misma figura es el último Lobot creado por Hasbro, una buena figura pero necesitada de una nueva versión.
En efecto, se trata de una buena figura sobre todo en cuanto a su aspecto y sus accesorios. En ella vemos al fiel servidor de Lando Calrissian para la administración de Cloud City, con su famosa pieza cibernética en la parte posterior de su cabeza (muy bien esculpida y decorada para replicar sus circuitos y lucecillas), su vestimenta en tonos claros y dos accesorios excelentes: un comunicador y un datapad, ambos totalmente a escala. Es decir, de pequeño tamaño, pero increíblemente en la pantalla de ese datapad podemos apreciar la imagen pixelada de Cloud City. Además, en ese cuaderno electrónico podemos encajar el comunicador (que evoluciona del trasto con pinta de walkie-talkie que incluía la figura de los 90) y así evitar el perderlo. A la figura se le puede retirar la parte cibernética de su cabeza, pero no le veo sentido hacerlo. El último accesorio es el soporte que invariablemente olvido incluir en la foto!
Lobot, como muchas de las figuras de esos años de Star Wars va mejorando en su articulación pero aún está lejos de lo conseguido en los últimos años. En todo caso luce diez respetables puntos todos ellos "de corte" y, aunque las piernas están algo juntas y sólo posee articulación en las caderas su estabilidad es buena.
Lo mejor, lo dicho, su aspecto. Su rostro es prácticamente perfecto, así como su tamaño y el diseño y acabado de sus ropajes fiel a la película con esas mangas anchas esculpidas con volumen que combinan con su mono azul claro y el cinturón oscuro. Siempre me gustó esa vestimenta retro combinada con la modernidad del concepto de cyborg. Lobot es una magnífica aportación a cualquier colección de Star Wars si tenemos en cuenta que por ahora no hay nuevas versiones del mismo. Se rumorea que Hasbro la tiene prevista, pero en estos tiempos cualquiera sabe. Y si nunca se hace realidad, tampoco es muy grave: hay casos más urgentes y flagrantes que el de Lobot que necesitan una actualización.
David
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