Figura perteneciente al Mission Accepted Two Pack, Series 1, 2016.
Continúo la serie de reseñas dedicadas al nuevo producto de G.I. Joe de este mismo año en una semana muy especial marcada por el estreno de la nueva película de la franquicia de Star Wars, Rogue One. Así, si todo va según mis planes y nada se tuerce, para celebrarlo al final de semana estaremos viendo un par de figuras que me acaban de llegar muy relacionadas con Rogue One! Y si me es posible, antes tendremos otra entrega con el último de estos nuevos G.I. Joes que me queda por analizar, Storm Shadow.
Pero antes de todo ello afronto con sensaciones agridulces la reseña de un nuevo personaje dentro de la licencia de G.I. Joe, un maquiavélico nuevo alto mando de Cobra, el misterioso Tombstone! Y agridulce por eso mismo: en el lado positivo por la emoción de tener en las manos todo un nuevo personaje en este apasionante universo, y en el negativo porque como figura de acción dista mucho de ser un buen producto, no consiguiendo alcanzar la media de calidad que veníamos viendo hasta ahora.
Para Tombstone Hasbro echó mano de un molde ya conocido que está bien pero no es espectacular, por lo menos para mi gusto ese tipo de uniformes con diseños más tecnológicos que militares no son mi primera elección. Se trata del cuerpo de Firefly de la colección Pursuit of Cobra de 2010 repintado para la ocasión, mayoritariamente en negro con protectores en piernas y antebrazos de color azul y hombreras blancas. Funciona, pero no es llamativo ni enamora a primera vista.
El molde técnicamente sí es eficiente, estable y con dieciséis puntos articulados muy dinámicos, con doble articulación en las muñecas y rodillas con torsión plena.
Además, del mismo Firefly recuperaron el chaleco, más bien una moderna pieza de armadura protectora del torso. Ésta pieza sí que está fantásticamente esculpida y es del tamaño perfecto para el molde del cuerpo. Incluye dos granadas en el lado izquierdo (no extraíbles) y el símbolo de Cobra en plateado en el lado derecho finamente dibujado.
La gran decepción, y más tratándose de un personaje nuevo que tiene que transmitir mucho a primeras para conquistar al viejo fan, es la cabeza, demasiado grande para el cuerpo y algo toscamente esculpida, con la línea de plástico de fábrica que la divide a la mitad nada disimulada. La expresión seria no está mal, y en el ojo derecho observamos que una serie de cicatrices cruzan la cuenca vacía y cerrada, pero ese impactante detalle se desaprovecha sin potenciarlo con algo de pintura, ya sea negra o roja sobre esas mismas cicatrices. Se trata de un trabajo plano y sin emoción tanto en la escultura como en la pintura de esta cabeza.
Los accesorios no son tampoco nada especial. Cuatro armas, de la que me parece solamente aprovechable el fusil, la más tradicional, el soporte la ficha personalizada además del chaleco. Si a ese fusil le hubiesen acompañado un par de pistolas, o un maletín con ordenador, o un arma más personalizada y carismática, el resultado global hubiese sido algo mejor.
En resumen esta figura aprueba por los pelos y exclusivamente por tratarse de un nuevo personaje que sumar al canon, y siempre es bueno que nuestras filas de Cobra crezcan. Pero la ejecución parece bastante desapasionada, echando mano del primer material para reutilizar que se encontraron y añadiéndole una cabeza francamente mejorable, pieza que precisamente debía concentrar todo el carisma de Tombstone.
Valoración (sobre 5):
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