Y ahora es el turno de las películas, y reconozco que (menos en este año con escasísimos estrenos) me lo he pasado en grande con el cine en lo que va de siglo en el que se rompió con la dinámica homogeneizadora del cine de género de los 90 y se le insufló dinamismo a la industria. Hablo de cine de entretenimiento, por supuesto; no tengo ni tiempo ni ganas para el cine de autor ni para pretenciosidades de tipos que se creen más listos que su audiencia. Así que por aquí habrá mucho blockbuster pero también cine usualmente considerado de más calidad pero nada pretencioso!
Y comienzo confesando que casi me salto mis propias reglas para confeccionar el Top ya que me moría por incluir Casi Famosos, estrenada a finales de 2000 en USA y a principios de 2001 por aquí, una de esas películas de las que uno se enamora y en la que uno quiere vivir. Pero voy a ser estricto y me limito a quitarme el sombrero ante la obra magna de Cameron Crowe!
Nº20: Iron Man 3 (2013): Shane Black tenía que estar sí o sí en este Top, y podría haberlo hecho con Dos Buenos Tipos, pero la vuelta de tuerca a lo que muchos fans talibanes de Marvel esperaban, aderezada con su humor, sus tics imprescindibles (la Navidad, un niño que no da asco), su gusto por la acción y por el gamberreo, hacen de Iron Man 3 una de las películas más personales del MCU.
Nº19: Nuestro Último Verano en Escocia (2014): ¿Escocia, costumbrismo, humor amable, Billy Connolly, Rosamunde Pike y David Tennant? ¡No necesito más!
Nº18: El Hobbit: Un Viaje Inesperado (2012): Lo políticamente correcto es manifestar lo mala que es la trilogía del Hobbit, así que alguno saldrá espantado de que aquí se reivindique su primera entrega, pero es que tenemos el regreso a La Comarca, un montón de enanos cantando, Gandalf, Martin Freeman como un inmejorable Bilbo Bolsón... sí, podría estar en el Top El Retorno del Rey, pero es que a mi El Hobbit me parece encantadora!
Nº17: Zombies Party (2004): Horrible título español para Shaun Of The Dead, una de las cumbres de la comedia moderna británica y que nos dio a conocer a muchos a su director Edgar Wright, a Simon Pegg y a Nick Frost. Las otras dos partes de la Trilogía del Cornetto podrían estar aquí pero su primera entrega es suficientemente representativa.
Nº16: Supersalidos (2007): ¡Y más comedia! En este caso, un ejemplo de la nueva comedia norteamericana, que nos dejó unos cuantos elementos ya icónicos de la cultura Pop actual (McLovin!) y nos presentó a una nueva generación de cómicos: Rogen, Hader, Cera, Hill...
Nº15: La Cabaña en el Bosque (2011): Más referentes de la cultura popular, en este caso del cine de terror hábilmente amontonados y reinterpretados en esta cinta, algo así como un compendio explicado de tropos del terror.
Nº14: Rogue One (2016): Lo mejor que ha realizado Lucasfilm bajo la batuta de Disney ha sido The Mandalorian, pero hablamos de película, y en ese sentido Rogue One es lo que más me ha flipado hasta el momento; reconozco que fui a verla con prejuicios por los comentarios iniciales, y no la disfruté tanto como debería, pero con cada nuevo visionado la cosa gana enteros. Moraleja: no hacer ni puñetero caso a nadie y menos a críticos y comentaristas de cine!
Nº13: Guardianes de la Galaxia (2014): Desde que vi el trailer de Guardianes me explotó la cabeza; sabía que ésto iba a ser algo grande, no solo una space opera marvelita sino un delirio repleto de música Pop. Y no me equivocaba, verla en el cine y repetidamente después no deja de proporcionar un tonto sentimiento de felicidad.
Nº12: Lo Que Hacemos En Las Sombras (2014): Delicioso mockumentary que nos devolvió a unos vampiros que molaban en un momento bajo para los chupasangres. Técnicamente increíble y descacharrante, ha dado lugar a una serie igualmente imprescindible. Y posiblemente nos ha dado a uno de los directores que serán más importantes en las próximas décadas.
Nº11: Juerga Hasta El Fin (2013): Si Supersalidos nos presentaba a un montón de jóvenes cómicos norteamericanos, This Is The End supone la confirmación de esa generación y un ejercicio de narración meta que nos los presenta, interpretándose a si mismos, como unos tipos que dejan bastante que desear, dejando por el camino una ristra de gags ya clásicos en la comedia USA.
Nº10: Tropic Thunder (2008): ¡Vaya cantidad de comedias! Lástima que el género no esté pasando ahora mismo sus mejores momentos. Pero otro ejercicio autorreferencial y paródico sobre la industria cinematográfica como Tropic Thunder, con Stiller y Downey Jr. en estado de gracia, merece un puesto alto en el Top, aunque solo sea por la ya inmortal línea "Never go full retard"!
Nº 9: Los Vengadores: Infinity War (2018): Junto a Endgame forman un díptico inseparable, pero esta primera parte de la odisea casi inconmensurable para los amantes de los personajes de Marvel (y del Guantelete del Infinito original), gana enteros con todo el drama y la tragedia ineludible que Thanos trae al universo.
Nº 8: Spotlight (2015): Magnífica cinta de Gran Cine Americano, en la mejor tradición de los films periodísticos que cada cierto tiempo Hollywood nos regala. Ya, un clásico.
Nº 7: Capitán América: Soldado de Invierno (2014): Ya se ha hablado mucho sobre la seriedad de este film, de sus conexiones con thrillers setenteros, etc. así que me limito a destacar su papel en introducir a los hermanos Russo (que nos habían alegrado la vida con su trabajo en Community) en el MCU y las estupendísimas escenas de acción, de lo mejorcito que habíamos visto hasta el momento... y qué caramba, es una fabulosa historia del Capi con su ya tradicional "No me fio del gobierno, mejor por mi cuenta"!
Nº 6: Wiplash (2014): Estupenda la cosecha fílmica de 2014-2015. De disfrute en disfrute fueron esos meses, y con sorpresas como la intensa y muscular Wiplash, un tour de force a ritmo de jazz (aunque no te guste esa música no te pierdas esta película) y para mi, la cumbre no superada por su director en su debut, pese a La La Land y la decepcionante First Man.
Nº 5: Master And Commander (2003): Esta película del imprescindible Peter Weir, uno de mis cineastas favoritos, fue desde su estreno y durante casi diez años mi favorita del siglo. Sigue estando muy arriba este desfile de patillas alucinantes y de crudas aventuras navales, siempre con el estilo casi de ensoñación del maestro australiano.
Nº 4: El Luchador (2008): ¿Una peli sobre wrestling, y con todo el peso de una película seria, de calidad, de esas de festivales? Pues sí, y tremendamente conmovedora. Darren Aronofsky evidencia a buena parte de la audiencia (sobre todo la europea) que el wrestling es una expresión de la cultura Pop que no solo fascina a los críos y los rednecks, y que puede dar lugar a historias de mucha entidad. Para mi, la más accesible y al tiempo la cumbre de su director pese a obras anteriores y posteriores mucho más reivindicadas.
Nº 3: Todos Queremos Algo (2016): Y algo parecido para con Richard Linklater. Sí, Boyhood es todo un logro cinematográfico, pero siempre me quedaré con la crónica de este fin de semana para el equipo de beisbol de la universidad de Austin aderezado con Pop de finales de los 70 y principios de los 80. Una delicia que no puedo dejar de ver al menos un par de veces al año.
Nº 2: Los Vengadores (2012): Aún recuerdo la sensación que me inundó en la sala al ver la primera entrega de Los Vengadores de estar presenciando algo nunca visto en el cine, algo tan grande como las páginas de los cómics nos habían estado contando desde críos. El MCU nos iba deparando alegría tras alegría, pero nadie nos preparó para ésto. Después de han hecho pelis de superhéroes más grandes y aparatosas, pero la sensación que aún perdura con Los Vengadores no la han conseguido igualar.
Nº 1: Mad Max: Fury Road (2015): Y para sensaciones que perduran, la tensión en aumento desde el primer segundo del metraje de Mad Max: Fury Road, la avalancha de imágenes y sonidos, y el ambiente de malsana y amenazante grandiosidad conseguido por George Miller, no tienen parangón a día de hoy. Ninguneada por las entregas de premios habituales, la epopeya post-apocalíptica debería ser la piedra de toque del cine de 2015 en adelante aunque conseguir superar (¿igualar?) sus méritos se me antoja, por ahora, una meta inalcanzable!
David